miércoles, 30 de octubre de 2019

Sopa de calabaza.

Jolie Sorciere.


El gráfico es de Tralala.


Conjuros de amor es lo que hace ésta linda brujita para que la felicidad sea la tónica general, esperemos que lo consiga. Y para entrar en calor la sopa/crema de calabaza es una delicia.

Bordado con hilos DMC, respetando en la medida de lo posible los aconsejados, pero si no los tengo, siempre los sustituyo. El count es 38, bordo con un hilo sobre dos hilos de trama. (1x2). Así lo he hecho en ambas bolsas.
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Patchwork aux chouettes (owls)



Un diseño de Jardín Privé.

Y por el momento nada más. Para la próxima entrada más bordados y más bolsas.

Feliz puente para quien lo tenga.

Y quién no lo tenga, que aproveche todo lo que pueda.

Nos vemos.
Adios, adios,

Mavi.



domingo, 13 de octubre de 2019

Jersey.

Un modelo, en la Revista de Labores del Hogar 716, me gustó y me decidí a poner en práctica el patrón. He utilizado lana industrial de cono y la he mezclado con lana mohair comprada al peso en Lanas Gato Negro. Los cabos de ambas lanas son muy, pero que muy finos. Me he servido de una aguja de ganchillo del número 2.

Es el mismo patrón que os enseñaba en ésta entrada y con la que hice el bolso/bandolera en verde. La idea era haber hecho el jersey en tonos verdes, pero no tuve lana suficiente. Y cuando fui a comprar más en lana verde, no tenían en ese color. Como todavía me quedaba un cono en tono rojo apagado tirando a granate, compré una madeja de lana en granate para mezclar con la lana del cono rojo.

La madeja de mohair me ha venido casi que justa, para hacer los 32 cuadrados que requiere el patrón. Los he unido con aguja lanera por el revés de la labor.
He ido bloqueando cuadrado a cuadrado una vez terminados. Pero he planchado por el revés el jersey poniendo entre medias una tela, porque su aspecto una vez bloqueado tenía un poco de relieve y para prenda de vestir no me terminaba de convencer.





El cuello se quedaba demasiado grande, así que he ido menguando algunos puntos y le he hecho varias vueltas de puntos bajos hasta cerrarlo y así ha quedado bien. En las instrucciones de la revista no decían nada al respecto.

Siendo como es un motivo de cuadrado muy clásico, al llevarlo con ropa informal le dá un toque de color.

Todavía no he acabado con los restos que tengo, ya voy menguando las existencias. A ver si consigo dejarlas a cero o casi a cero.... y claro está comprar más para proyectos nuevos.

Este otoño que es veroño no es lo más adecuado para que lo use, pero supongo que ya cambiará el tiempo y refrescará un poquito. Yo personalmente deseando estoy, que venga el otoño de verdad...

Pues poco más por el momento. Una tarea concluida... a por otra nueva.

Y mañana lunes y vuelta a empezar.

Buen domingo...

Besos....

Mavi.

lunes, 7 de octubre de 2019

Manta Tiffany.

Han sido dos meses los que ha tardado mi madre en hacer los bloques de la manta,  manta que he llamado Tiffany porque sus colores se parecen a los de la lámpara de mesilla de su habitación.

Mi madre ya tiene 90 años para 91, justo a finales de octubre. Sus días transcurren sentada en el sofá, viendo la tele y tejiendo. Su movilidad es escasa, prácticamente nula, necesita mucha ayuda, pero sus manos a pesar de su artrosis siguen funcionando, su cabeza también, aunque dice que se le olvidan muchas cosas, es verdad, pero también recuerda muchas otras. Ya no está para cuadrados complicados, con puntos de garbanzo, cadenetas y más cadenetas y florituras varias. Nos hemos ido a lo básico, a lo sencillo. Es la lana que en su degradación y cambio de color va formando los tonos.

Compré cuatro madejas de lana Katia Paint, de cada madeja salieron 5 cuadrados. Busqué dos madejas más para darle el tamaño que quería. Y me hubiera gustado que las vueltas de remate de la manta hubieran sido impares (cosas mías) pero la madeja dio justo para cuatro vueltas, así que decidí dejarla así.

Los cuadrados los hicimos de 12 vueltas. La medida es 134 cm de ancho por 168 cm de largo.

El tacto es muy agradable y se trabaja de maravilla, la lana no se abre, es un placer ganchillear con ésta calidad.

Quizás deberíamos haber hecho los cuadrados un poco más pequeños y haber dejado que las tonalidades de la lana no se descuadrasen, es complicado calcular. 

Mi madre ha ido haciendo los cuadrados y los ha unido con aguja lanera por detrás. Yo sólo he buscado la simetría en diagonales jugando con los colores que tenían los cuadrados y he rematado el borde.

Mi madre ha ganchilleado con aguja del número cuatro y yo con la del 3,5, tenemos diferentes tensiones al trabajar.





Os lo había enseñado en una entrada anterior, pero por si queréis ver la lana es ésta,




Sólo queda esperar que refresque un poco, no mucho, lo justo para tomar un buen café o té, arroparse con la manta y disfrutar de la lectura de un buen libro.

Y como todo sigue y no se puede parar, ya la tengo inmersa en otro proyecto, esta vez muy colorido y también muy sencillo.

Así que, sólo os puedo decir que... continuará....

Adios, adios...

Besos.

Mavi.

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