El tiempo estaba a ratos con lluvia a ratos sin ella, nos dejó patear aunque los paraguas tuvimos que usarlos.
La plaza magnífica y señorial, la Catedral al lado, sus calles empinadas, que te llevan al castillo.
Esa calle en concreto que queda a nuestras espaldas nos mató, la subimos después de comer y algo ayudo a bajar la comida, pero casi puede con nosotras y todavía quedaba tramo hasta llegar al castillo.
En el arco del sol, tres soletes...
El castillo, impresionante por fuera, acogedor por dentro.
Deambulando por las calles de Sigüenza
Por la noche de oficio, aguador y vinatero... nos atendió de maravilla...
Olé por mi chico...
De regreso pasando, por las ruinas del castillo de Pelegrina y el comienzo del cañón del río Dulce... que mejor habría que hacerlo caminando... pero eso será en otra ocasión con mejor tiempo.
Paradita obligada en el mirador de Félix Rodriguez de la fuente, si observáis la foto al fondo podréis observar una cola de caballo con abundante agua... hacía frío, pero no llovía.
Amenazaba lluvia que luego si llegó, nos dejó ver el coso, las murallas, las vistas a la alcarria, la Iglesia de la Virgen de la Peña, el cementerio en los restos del castillo...
Los ábsides de la iglesia que sólo se pueden observar si subes al cementerio.
Y tocaba reponer fuerza así que...
Mejor reservar, nosotros tuvimos mucha suerte, fue la única mesa sin reserva y porque acudimos pronto. Se me olvidó hacer fotos a los entrantes... Tienen una atención esmerada, te recomiendan con tacto, Abel se encarga de ello y la cocina de Amparo es exquisita, volveremos.
El castillo y su plaza después de un buen chaparrón y amenazadoras nubes que vienen por la torre de la Iglesia...
Así que visto lo visto... y ya sin tiempo...
volvemos a casita...
Hasta pronto.
Mavi.
Nota: tenéis enlazados todos los sitios.